Diciembre trae comidas fuera de casa, viajes, agua de distintas fuentes y alimentos manipulados por varias personas. Todo esto eleva el riesgo de parásitos intestinales. Empezar el año con una desparasitación adecuada ayuda a recuperar el equilibrio digestivo y prevenir molestias.
¿Por qué diciembre aumenta el riesgo?
Durante las celebraciones solemos comer alimentos preparados en múltiples lugares, donde es difícil controlar la higiene. La contaminación cruzada es más frecuente y aumenta la probabilidad de contacto con parásitos y amebas.
Los viajes también influyen: el consumo de agua no tratada o alimentos callejeros puede facilitar la entrada de microorganismos al sistema digestivo.
Señales de alerta más comunes
Los síntomas pueden variar, pero estos son los más frecuentes:

- Distensión, dolor o cólicos abdominales.
- Cambios en las heces (diarrea, mucosidad, irregularidad).
- Picazón anal, especialmente nocturna.
- Náuseas, pérdida de apetito o cansancio inusual.
Si estas molestias aparecieron después de diciembre, es recomendable evaluar si hay riesgo de parásitos.
¿Qué pasa si no te desparasitas?
Ignorar una infección parasitaria puede llevar a complicaciones como:
- Déficit nutricional por mala absorción.
- Inflamación intestinal persistente.
- Diarreas prolongadas.
- Aumento del contagio entre familiares.
¿Cada cuánto desparasitarse?
Depende de los hábitos:
- 1–2 veces al año: rutina general preventiva.
- Cada 6 meses: si comes frecuentemente fuera de casa, viajas o convives con mascotas.
- Según indicación médica: cuando hay síntomas o riesgo elevado.
Evita automedicarte y sigue pautas profesionales.
Desparasitante vs antiparasitario/antiamebiano
Es común confundirlos:
- Desparasitante: término general para productos que ayudan a eliminar parásitos.
- Antiparasitario: actúa específicamente contra parásitos intestinales.
- Antiameniano: diseñado para actuar contra amebas.
Los profesionales seleccionan uno u otro según el microorganismo involucrado.
Métodos naturales para apoyar el proceso en casa
Estos no reemplazan el tratamiento médico, pero pueden complementar el cuidado digestivo:
- Aumentar fibra soluble (avena, frutas).
- Infusiones de menta o jengibre para aliviar molestias.
- Buena hidratación para favorecer el tránsito intestinal.
- Lavado estricto de manos y alimentos.
Uso informado de antiparasitarios y antiamebianos
Cuando un profesional lo indica, pueden emplearse opciones como:
- Mebicitrof de Labquifar (uso educativo, para manejo de parásitos intestinales).
- Metroxazide de Bioquifar (uso educativo, para manejo de amebas).

Guía básica de uso seguro
- Tomarlos solo bajo recomendación médica.
- Respetar la dosis y duración del tratamiento.
- No suspender el esquema antes de tiempo.
- Evitar combinarlos con alcohol u otros medicamentos sin orientación profesional.
Consejos de prevención para todo el año
- Lavar manos antes de comer y después del baño.
- Consumir agua potable o filtrada.
- Lavar y desinfectar frutas y verduras.
- Mantener buena higiene en mascotas.
- Evitar comer en lugares con mala manipulación de alimentos.
Cuidar la salud digestiva después de diciembre es una forma sencilla de proteger tu bienestar y el de tu familia durante todo el año.
